El Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (CRILU) fue distinguido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como una de las prácticas e innovaciones de mayor impacto global en ganadería sostenible, en el marco del Programa Global de Reconocimiento Técnico en Transformación Sostenible de la Ganadería, One Health, Sanidad Animal y Centros de Referencia. La distinción se entregó durante la Ceremonia Global de Reconocimiento Técnico celebrada el 15 de octubre de 2025 en la sede central de la FAO en Roma, Italia, coincidiendo con el 80.º aniversario de la organización y el World Food Forum.
El reconocimiento otorgado al CRILU destaca su modelo de gobernanza público-privada y su capacidad de integrar ciencia, innovación y sostenibilidad en el desarrollo del rubro ovino. Según la FAO, el consorcio uruguayo constituye una referencia de transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios, alineada con los principios de las “Cuatro Mejores” promovidas por el organismo: mejor producción, mejor nutrición, mejor ambiente y mejor vida. La evaluación técnica internacional valoró especialmente la forma en que el CRILU ha logrado articular actores diversos del sector agropecuario, académicos y privados, generando resultados medibles tanto en la calidad de las fibras producidas como en la mejora ambiental de los sistemas pastoriles.
Este reconocimiento sitúa al CRILU entre las experiencias más relevantes del mundo en materia de sostenibilidad ganadera, junto a instituciones de Asia, Europa y Oceanía. La FAO subrayó que su modelo representa una buena práctica de innovación aplicada, con resultados comprobables en la eficiencia productiva, el manejo del pastoreo, el bienestar animal y la trazabilidad ambiental de la lana ultrafina uruguaya.
El CRILU —integrado por productores, técnicos, investigadores, asociaciones, empresas, universidades y organismos públicos y privados— lleva más de una década desarrollando un sistema colaborativo orientado a la excelencia genética y a la sustentabilidad de la producción ovina. Su estructura de trabajo se basa en la cooperación interinstitucional y en la aplicación de conocimiento científico a nivel de campo, promoviendo una cadena de valor transparente y sostenible.
El modelo uruguayo fue valorado además por su aporte a la descarbonización de los sistemas ganaderos, el uso racional de los recursos naturales y la generación de fibra animal de alto valor bajo certificaciones ambientales. Estas prácticas han permitido al país posicionarse como uno de los referentes mundiales en lana ultrafina certificada, con fuerte presencia en los mercados internacionales más exigentes.
Durante la ceremonia, representantes de la FAO destacaron que el caso del CRILU constituye un ejemplo de cómo la innovación tecnológica, la asociatividad territorial y la gobernanza compartida pueden transformar los sistemas productivos tradicionales en modelos de desarrollo sostenible. El reconocimiento no solo resalta el avance técnico alcanzado, sino también el impacto social y ambiental derivado del trabajo articulado entre el sector público y el privado.
El logro fue recibido como un reconocimiento colectivo a la trayectoria de todos los actores involucrados en el proyecto. Desde su creación, el CRILU ha trabajado en la mejora de la genética Merino, en la implementación de herramientas de manejo sustentable, en la investigación aplicada a la calidad de las lanas y en la promoción internacional del producto uruguayo.