Andrea Benelli, integrante de la firma agrícola Don Camilo, ubicada en el norte de Italia, visitó Uruguay como parte de la delegación encabezada por Genesys Fresh, interesada en conocer nuevas variedades de cítricos desarrollados por INIA. Aunque su empresa tiene base en el norte italiano, explicó que su cultivo de mandarinas se desarrolla en el sur, en la región de Puglia, una de las zonas más tradicionales en la producción de cítricos del país.
Durante su recorrida por Uruguay, Benelli valoró la experiencia y destacó la calidad de las variedades locales: “Encontramos cosas muy interesantes, porque esta selección de mandarina nueva y diferente es muy rica en innovación. Es impresionante ver todos los cambios y pruebas que se están haciendo para lograr variedades nuevas”. Según explicó, muchas de las frutas probadas —más de 40 variedades— tienen atributos destacados, aunque “no todas son súper interesantes, hay algunas que verdaderamente lo son para el mercado europeo”.
Uno de los aspectos más valorados por Benelli fue el perfil sensorial de estas nuevas mandarinas, en particular su dulzura, algo que considera clave para la aceptación en Europa. “Son dulces, porque antes la mandarina era muy ácida y no les gustaba a los niños. Ahora estas nuevas variedades sí les gustan, y eso es muy importante para el consumo familiar”, señaló. Con humor, añadió: “Tenemos vitamina C para los próximos dos años con todas las mandarinas que comimos”.
Al referirse a la situación actual de la producción en su país, Benelli indicó que el sur de Italia sigue muy enfocado en los cítricos, con cultivos de mandarina, clementina, naranja y limón en toda la zona mediterránea. Sin embargo, explicó que el foco principal es el mercado interno: “Italia exporta también, pero no es el objetivo principal. La producción es mayoritariamente para el consumidor italiano”.
Respecto al interés renovado por las mandarinas, Benelli explicó que las nuevas variedades más dulces están impulsando una recuperación en la demanda: “La mandarina poco a poco se estaba abandonando porque era más ácida, pero ahora, con estas variedades dulces, vuelve a gustar. El consumidor vuelve a demandarla”.
El experto concluyó con una visión optimista sobre las oportunidades comerciales de estas nuevas mandarinas en Europa, destacando su potencial para conquistar un mercado cada vez más exigente en sabor, forma y color.