
El Ing. Agr. Andrés Alayón Loitey asumió este jueves la presidencia de la Agropecuaria de Dolores, en reemplazo de Carlos Enrique Oyarzabal. Con base productiva en la zona de Cañada Nieto, el nuevo titular apuesta a dar continuidad a los proyectos en marcha y a fortalecer el rol de la gremial como articuladora entre productores, empresas y Estado.
Alayón Loitey es ingeniero agrónomo y trabaja en una empresa familiar radicada desde hace años en la zona de influencia de Dolores. “Entré, me gustó y me quedé”, resumió al presentarse, destacando su vínculo productivo con la región.
En cuanto a los desafíos inmediatos, el nuevo presidente señaló que el objetivo es mantener la línea de trabajo ya definida por la gremial. Uno de los ejes centrales es la segunda etapa del proyecto de encalado y el avance del ambicioso plan de riego multipredial. “El proyecto está armado; ahora falta que las partes se pongan de acuerdo”, explicó.
Según Alayón, el rol de la Agropecuaria no es imponer decisiones, sino facilitar el proceso.
“No tenemos la potestad de decir quién riega y quién no. Nuestro papel es articular, juntar a los posibles regantes y ayudar a que se expresen las intenciones”, indicó.
En ese marco, destacó que el proyecto fue ajustado respecto a versiones anteriores, con la idea de hacerlo más eficiente y replicable en otras zonas del país.
El dirigente remarcó que el riego es un proceso de largo plazo, condicionado por la necesidad de compromisos claros de los productores y por el esquema de financiamiento. “Esto se va a ir decantando con la negociación, salvo que exista una decisión política clara que marque un rumbo”, afirmó.
A su entender, con una adhesión del orden del 40% del área potencialmente afectada, el proyecto podría comenzar a caminar. El proyecto abarca una superficie regable de unas 10 mil hectáreas en la zona del río San Salvador.
Avanzar con en encalado
Sobre el encalado, el nuevo titular de la Agropecuaria de Dolores señaló que una de las principales limitantes sigue siendo la adopción de la tecnología, especialmente en un contexto donde cerca del 70% de la agricultura se realiza sobre campos arrendados.
“Duración de los contratos, estabilidad y repago de las inversiones son factores clave”, subrayó, al tiempo que mencionó la importancia de eventuales incentivos fiscales para ampliar la adopción.

