Un grupo inversor encabezado por el empresario uruguayo Ignacio Genta presentó un proyecto de magnitud para instalar una nueva planta de celulosa en Uruguay, con un volumen de inversión estimado en US$ 800 millones, informó Forbes Uruguay.
El plan industrial prevé una instalación moderna, orientada a producción de celulosa con alto valor agregado, y la generación de aproximadamente 700 puestos de trabajo directos durante la etapa inicial de su operación.
El proyecto llega en un momento clave para el sector forestal nacional, en el que la diversificación industrial y el agregado de valor a la madera se han vuelto prioridades para mejorar la competitividad global del país. Según la información, la nueva planta no solo implicará producción de celulosa, sino probablemente también procesos industriales complementarios, lo que multiplica su impacto sobre la cadena forestoindustrial y logística.
La iniciativa, aún en etapa temprana pero con números definidos, apunta a producir 144 mil toneladas anuales de papel a partir de celulosa elaborada en la misma planta, lo que permitiría abastecer parte del mercado regional (Argentina en particular) y exportar a varios destinos del continente, según Forbes.
Aunque la ubicación exacta se mantiene bajo estricta reserva, el predio evaluado está en la zona centro del país, con acceso a agua y logística adecuada para un complejo industrial de esta escala.
Según explicó Genta a Forbes Uruguay, el emprendimiento ya fue presentado a autoridades del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), y también a jerarcas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), quienes manifestaron interés en considerarlo como proyecto de interés nacional dada su magnitud, impacto productivo y potencial exportador.
El proyecto, denominado Paper Cell, tiene como foco la fabricación de bobinas de papel listas para su transformación o comercialización, a diferencia de las grandes pasteras ya instaladas en el país, que producen para exportar la celulosa como commodity.
El cronograma tentativo prevé iniciar obras en 2027, con un plazo de construcción de 24 meses, lo que permitiría comenzar a operar hacia 2029 si no hubiera demoras en ingeniería, permisos o licitaciones técnicas.
Otra inversión en madera aserrada
Según informó Forbes Uruguay, la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap) del Ministerio de Economía y Finanzas también aprobó la instalación de una empresa neozelandesa que desarrollaría un complejo forestal–industrial con foco en madera aserrada y energía. La inversión supera los US$ 100 millones.
De acuerdo con la publicación, el proyecto contempla la instalación de una planta de aserrado y procesamiento de madera y un módulo de generación de energía a partir de biomasa, lo que permitirá aprovechar subproductos forestales y aumentar la eficiencia industrial. La empresa eligió Uruguay por su estabilidad regulatoria, la disponibilidad de madera de calidad y la cercanía con los puertos del litoral.
El proyecto ahora avanza hacia su fase de implementación, con cronograma de obras previsto para 2026.
